Todos decimos nada. Todos nada de nada. Todos amontonados mirando el piso. Todos muertos de miedo a dormir solitos. Todos tenemos náuseas de amores cariados. Todos rifamos besos y tragamos sapos. Todos vendemos algo. Todos compramos todo. Todos alguna vez arruinamos todo... Todos comiendo papa, pogo y sanata. Todos amaneciendo con el alma rancia. Todos somos los dueños de nuestras mentiras. Todos nos voltearíamos a nuestras amigas. Todos somos más guapos cuando no hay nadie. Todos con el culito lleno de parches. Todos fregando el suelo de nuestras vidas. Todos pisando mierdas que nos asfixian. Todos sabemos lo que nos merecemos. Todos somos la paja de nuestros sueños. Todos lloramos contra algún inodoro por un amor pifiado que se hizo moco. Todos.

Si me pierdo en el infierno de la culpa y el error
y dejo seguir la luz del sol en el fondo del dolor
la fuerza de la vida me seduce a levantarme una vez más
frente al vacío me siento inmortal
soy el martillo y el cristal.
Yo puedo, si quiero tomar un rumbo nuevo.
puedo vencer la gravedad.
Yo puedo, si quiero adentro llevo un fuego
y soy mi faro en alta mar.
Cuando me atan las cadenas del apego material
y quiero dar un paso al mas allá,
subo a un plano espiritual. se ven las cosas de otro modo
cuando se deja de pensar.
sacude el alma un silencio abismal y sopla el viento sideral.
Yo puedo, si quiero abandonar mi cuerpo, resucitar a voluntad.
Yo puedo, si quiero navegar en el tiempo, y ahora voy a levitar.

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