Todos decimos nada. Todos nada de nada. Todos amontonados mirando el piso. Todos muertos de miedo a dormir solitos. Todos tenemos náuseas de amores cariados. Todos rifamos besos y tragamos sapos. Todos vendemos algo. Todos compramos todo. Todos alguna vez arruinamos todo... Todos comiendo papa, pogo y sanata. Todos amaneciendo con el alma rancia. Todos somos los dueños de nuestras mentiras. Todos nos voltearíamos a nuestras amigas. Todos somos más guapos cuando no hay nadie. Todos con el culito lleno de parches. Todos fregando el suelo de nuestras vidas. Todos pisando mierdas que nos asfixian. Todos sabemos lo que nos merecemos. Todos somos la paja de nuestros sueños. Todos lloramos contra algún inodoro por un amor pifiado que se hizo moco. Todos.
Atando cordones al cabo esta historia,
histeriqueando lograron que madure
un psicótico infantil
Váyanse todos, déjenme en paz,
nada me hace feliz
Yo pongo el pecho
ustedes nomás,
vuelcan sus
culpas en mí.
Se que se desviven por verme,
así me matan de a poco
aprendí a los golpes,
como destruir sin moretones.
Que no soy un objeto,
un fin de semana por medio,
el archivo de tus celos.
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