Todos decimos nada. Todos nada de nada. Todos amontonados mirando el piso. Todos muertos de miedo a dormir solitos. Todos tenemos náuseas de amores cariados. Todos rifamos besos y tragamos sapos. Todos vendemos algo. Todos compramos todo. Todos alguna vez arruinamos todo... Todos comiendo papa, pogo y sanata. Todos amaneciendo con el alma rancia. Todos somos los dueños de nuestras mentiras. Todos nos voltearíamos a nuestras amigas. Todos somos más guapos cuando no hay nadie. Todos con el culito lleno de parches. Todos fregando el suelo de nuestras vidas. Todos pisando mierdas que nos asfixian. Todos sabemos lo que nos merecemos. Todos somos la paja de nuestros sueños. Todos lloramos contra algún inodoro por un amor pifiado que se hizo moco. Todos.
Quien le dio a tus ojos esta llamarada cuando me dijiste ven a mi, con tu voz suavísima que me hipnotizaba, y yo caí. Al cruzar la puerta de tu cuerpo entero, tu pasión violenta me trago, hasta lo mas intimo, como una oleada que me amo violentamente, me dejo la piel marcada. Vi sobre mi piel una señal, la marca de tus labios, vi sobre mi amor desgarrador, un signo extraño, vi sobre mi piel una inicial de un beso solitario, vi sobre mi amor ese color, la marca de tus labios. Hace de esa noche no se cuanto tiempo, no he sabido nada, nada mas de ti y ahora mismo tengo una corazonada, volverá ese amor intenso, me dejo la piel marcada.
Quien le dio a tus ojos esta llamarada 
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