Todos decimos nada. Todos nada de nada. Todos amontonados mirando el piso. Todos muertos de miedo a dormir solitos. Todos tenemos náuseas de amores cariados. Todos rifamos besos y tragamos sapos. Todos vendemos algo. Todos compramos todo. Todos alguna vez arruinamos todo... Todos comiendo papa, pogo y sanata. Todos amaneciendo con el alma rancia. Todos somos los dueños de nuestras mentiras. Todos nos voltearíamos a nuestras amigas. Todos somos más guapos cuando no hay nadie. Todos con el culito lleno de parches. Todos fregando el suelo de nuestras vidas. Todos pisando mierdas que nos asfixian. Todos sabemos lo que nos merecemos. Todos somos la paja de nuestros sueños. Todos lloramos contra algún inodoro por un amor pifiado que se hizo moco. Todos.

LIBRA: Tus ambiciones no son ni modestas ni moderadas. Esa es en parte la razón por la que te sientes tan desconcertado. Realmente no puedes verte consiguiendo lo que quieres... pero tampoco te ves conformándote con menos. No es una situación cómoda en la que encontrarse en ningún momento. Tienes que decidir que, pase lo que pase, vas a ir a por la medalla de oro... o en su lugar vas a tener que apuntar a la de plata o la de bronce y decidir que es una medalla que puedes llevar con verdadero orgullo. Es tu elección. Y tienes elección.

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