Todos decimos nada. Todos nada de nada. Todos amontonados mirando el piso. Todos muertos de miedo a dormir solitos. Todos tenemos náuseas de amores cariados. Todos rifamos besos y tragamos sapos. Todos vendemos algo. Todos compramos todo. Todos alguna vez arruinamos todo... Todos comiendo papa, pogo y sanata. Todos amaneciendo con el alma rancia. Todos somos los dueños de nuestras mentiras. Todos nos voltearíamos a nuestras amigas. Todos somos más guapos cuando no hay nadie. Todos con el culito lleno de parches. Todos fregando el suelo de nuestras vidas. Todos pisando mierdas que nos asfixian. Todos sabemos lo que nos merecemos. Todos somos la paja de nuestros sueños. Todos lloramos contra algún inodoro por un amor pifiado que se hizo moco. Todos.




Cada vez que te veo partir algo se quiebra en mí.
Y preciso cicatrizar noches de soledad.
Tomo un taxi hasta algún café, tomo algo antes de volver,
y después trato de dormir y no puedo dejar de pensar.
Amor, donde quiera que estés deja la duda y vuelve a mí,
que yo estoy esperándote, que yo sigo esperándote...
Un minuto antes de dormir tu recuerdo siempre vuelve a mí,
fotos viejas en un cajón que no quiero volver a abrir.
Vuelvo al piano y toco, sin querer, la misma canción de ayer,
como cartas que no escribiré, como un sueño que no alcanzaré...
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